6- MACHISMO


El machismo no es una enfermedad, pero mata. Esta es una ideología que engloba el conjunto de 
actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a promover la superioridad del hombre
sobre la mujer, o autosuficiencia y orgullo del varón en varios ámbitos de la vida. Es decir,  es el 
conjunto de actitudes y prácticas sexistas aprendidas llevadas a cabo en pro del mantenimiento de 
órdenes sociales en las que las mujeres son sometidas, vejadas y discriminadas.
Esto se debe en gran parte a la educación machista que recibimos desde pequeños. Desde las escuelas y 
la propia familia, el proceso de enculturación trata de justificar y continuar el orden social existente. Eso 
incluye consideración de valores positivos como pueden ser: la sumisión al marido, el matrimonio y la
 procreación como una forma preferente de autorrealización.
Un término que tiene bastante relación con el machismo es la violencia de género. Se entiende por 
violencia de género todo acto de violencia física o psicológica (incluidas las agresiones  a la libertad 
 sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad) que se ejerza contra 
una mujer por parte del hombre que sea o haya sido su cónyuge o esté o haya estado ligado a ella por 
una relación similar de afectividad aún sin convivencia.

En el año 2018 se registraron 31.286 mujeres víctimas de violencia de género en los que se habían 
dictado medidas cautelares u órdenes de protección, lo que supuso un aumento del 7,9% respecto al año
 anterior. Casi la mitad de las víctimas de violencia de género, el 47,3%, tenían entre 25 y 39 años. 
Siendo la edad media de las víctimas de 36,5 años. Los mayores aumentos del número de víctimas en 
2018 se dieron entre las mujeres de 60 a 64 años (15,1%) y de 18 a 19 años (10,9%).
Hasta los movimientos de emancipación femenina del siglo XX las universidades y academias de 
ciencias no admitían mujeres. No fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando les fueron permitidas 
otras libertades a las mujeres, como por ejemplo el uso de pantalones en lugares públicos. 

En muchos lugares del mundo, existen y han existido leyes discriminatorias hacia la mujer. Por ejemplo,
 la diferencia de tratamiento en el caso del adulterio según el sexo: en algunas culturas, el adulterio, o 
el embarazo previo a la concertación del matrimonio son castigadas con la pena capital. O la necesidad 
del permiso del varón para realizar actividades económicas también es usual. E incluso la negación del 
derecho a voto o de otros derechos civiles. ¿Estamos haciendo lo suficiente desde nuestra privilegiada 
situación?

Comentarios

Entradas populares de este blog

5- CONSUMISMO

3- DEPRESIÓN

1- DESCRIPCIÓN DEL BLOG